El envejecimiento de tus llantas puede manifestarse de distintas maneras, pero una de las menos conocidas es la cristalización. Este tipo de desgaste pasa desapercibido a la vista de muchos conductores a pesar del alarmante riesgo que representa.
Las vacaciones de Semana Santa llegaron a su fin y es hora de decirle adiós a tu destino favorito. Guarda los mejores recuerdos de tu visita a la playa, al bosque o a las pintorescas calles de un pueblo mágico y emprende tu camino de regreso a casa.
¡Ya estamos en Semana Santa! Y seguramente ya armaste un plan para relajarte y divertirte a lo grande en estas vacaciones. Sol, mar y arena es el combo perfecto para muchos viajeros. Sin embargo, estos elementos pueden causar graves daños a tu coche cuando no tomas las precauciones necesarias.
Con el calor llegan las grandes enemigas de tus llantas: las cuarteaduras. Estas grietas aparecen principalmente en las paredes laterales de tus neumáticos como una señal de desgaste a causa del exceso de luz solar, las altas temperaturas y las elevadas concentraciones de ozono en la atmósfera.
Las vacaciones están cada vez más cerca y es momento de preparar tus llantas para tu próximo viaje en carretera. Cuida tu velocidad, evita la sobrecarga y revisa bien la presión de tus neumáticos.
¡Tus llantas merecen una larga vida en movimiento! Esto puede lograrse o no dependiendo de diversos factores como la calidad de su diseño, el proceso de fabricación, las condiciones del camino, el clima, el mantenimiento que reciben y, sobre todo, por tu forma de conducir.
Al momento de despedirte de tus viejos neumáticos, llega la ardua tarea de encontrar el reemplazo perfecto. Esta búsqueda puede volverse una verdadera travesía debido a la enorme cantidad de opciones que hay en el mercado.
Todos sabemos que el mundo automotriz tiene su propio lenguaje. Día tras día, utilizamos una infinidad de palabras para hablar de las partes, herramientas o reparaciones que necesita nuestro vehículo.
¡Por fin llegó el viaje que tanto esperabas! Guardas tu equipaje, subes al auto y te diriges hacia tu destino. Vas gozando del aire en tu rostro y la música a todo volumen hasta que escuchas un fuerte estallido… ¡Pum! Tu llanta se reventó.
Está finalizando el invierno y con ello se avecina el cambio de clima, a pesar de que nuestros automóviles están diseñados para soportar temperaturas superiores a los 40 grados centígrados, debemos tener algunas precauciones para mantener el buen desempeño de nuestro vehículo.
